Homenaje a Guillem de Mont-Rodón

Monzón
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Denominación: Homenaje a Guillem de Mont-Rodó

Localización: Monzón, Comarca de Cinca Medio (Huesca)

Fecha: Fin de semana más cercano al 24 de mayo

Periodicidad: Anual

¿Leyenda o HISTORIA?

La estancia del rey Jaime durante su infancia en el castillo de Monzón para ser educado por su tutor Guillem de Mont-Rodón es el hilo conductor de la recreación.

La Leyenda

El homenaje a Guillem de Mont-Rodón se realiza el fin de semana más próximo al 24 de mayo, fecha de la caída del último baluarte de la Orden del Temple, correspondiendo con la Encomienda de Monzón (24 de mayo de 1309). La fiesta recrea el acontecimiento histórico de la estancia del rey Jaime I en Monzón siendo su tutor Guillem de Mont-Rodón (entre 1214 y 1217), quién aleccionó al huérfano rey Jaime durante el duro proceso vital que fue su infancia, y que a la postre forjaría su carácter como monarca. Al mismo tiempo se representan la presencia de la Orden del Temple en el Castillo de Monzón (siglos XII-XIII).

Es un evento de recreación histórica que se celebra de forma periódica en Monzón en el mes de mayo y que entronca directamente con el pasado medieval de la ciudad. Las principales actividades que conforman el evento son: mercado medieval, representaciones teatrales en las que se recrea la llegada del rey Jaime I a Monzón. También se representa la rendición de la encomienda templaria de Monzón. Se completa con la fiesta con desfiles y bailes para recrear esa llegada del rey, instalación de un campamento de recreación, recreación de un torneo a caballo (justas medievales). También incluye actividades complementarias como conciertos, pasacalles, talleres, actividades para niños, visitas al castillo, carrera de obstáculos al castillo, concurso de trajes, concurso de escaparates, concurso de decoración de mesones medievales, etc.

La fiesta en la que participan numerosos vecinos y otros grupos recreacionistas pone en valor su pasado histórico y patrimonio de la parte antigua de la ciudad y su magnífico castillo. La fiesta ha conseguido una repercusión a nivel regional y nacional importante, convirtiéndose en uno de los principales recursos turísticos de Monzón.

Monzón retrocede al siglo XIII y revive su esplendor medieval, a través de su vertiente cultural e histórica y también lúdica, disfrutando de la compañía de personajes históricos que hicieron grande a la ciudad.

El evento consiste en una serie de celebraciones que abarcan todo el fin de semana entre las que destacan las recreaciones históricas, las escenas teatrales, los desfiles templarios, el mercado medieval, actividades de animación, conciertos, instalación de campamento medieval en el castillo, recreación de batallas. Además en las semanas previas o posteriores al homenaje hay diferentes actividades como son conferencias o visitas al castillo. En la celebración del Homenaje participan compañías de recreación profesionales, compañías de teatro y de música, asociaciones de la ciudad y de otras localidades. También llegan recreacionistas de toda España.

Los actos más destacados son los desfiles y las recreaciones de escenas que explican la llegada del niño Jaime I a Monzón para ser encomendado a los templarios. A la representación de estas escenas principales que representan los actos históricos concretos que se conmemoran con la fiesta se añade la representación de pequeñas escenas cotidianas en el mercado medieval. El acto más espectacular, que tienen mayor protagonismo y más multitudinario con las escenas que se representan, tiene lugar el sábado por la tarde en la Plaza Mayor y el posterior desfile hasta el castillo. El domingo se recrea una batalla, también muy espectacular y con gran afluencia de público.

La Historia

La importancia que tuvo en el pasado la encomienda templaria de Monzón se refleja en hechos como el de tutorizar al futuro rey Jaime I “El Conquistador”. Desde Monzón, los frailes templarios gobernaron un extenso territorio que correspondía con 28 iglesias y sus lugares. El poder que alcanzaron los caballeros templarios los convirtió en verdaderos señores feudales y controlaban elementos básicos para la producción agraria como hornos, molinos, acequias, almazaras, etc. por los que cobraran rentas e impuestos.

La encomienda templaria de Monzón tuvo su inicio en 1149 con la donación por parte de Berenguer IV del castillo de Monzón y de Chalamera, por la ayuda prestada por los templarios en la conquista de Lérida y Fraga.

El homenaje a Guillem de Mont-Rodón representa acontecimientos históricos como la llegada del niño rey al castillo de Monzón y la rendición de la fortaleza en los momentos finales de la Orden del Temple, convirtiéndose la Encomienda de Monzón en el último reducto en caer el día 24 de mayo de 1309.

La estancia del rey Jaime I en Monzón se extendió desde 1214 a 1217, periodo en el que el comendador Guillen de Mont-Rodón, educó al rey.

También se recrea la presencia de la Orden del Temple en Monzón, aprovechando el castillo de la ciudad y recreando la vida en el siglo XIII en la parte antigua de la población.

El fin de semana más próximo al 24 de mayo se realiza el Homenaje a Guillem de Mont-Rodón.

La presencia templaria, así como la estancia del rey Jaime I en la localidad son hechos históricos que se recrean en Monzón, que regresa al siglo XIV para homenajear al maestre de la encomienda templaria Guillem de Mont-Rodón y tutor del futuro rey Jaime I “El Conquistador”.

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