El Comendador

Por la mañana, se pueden visitar los distintos puestos instalados en una de las principales calles, con una amplia oferta de productos y con atracciones especiales, como el taller de caligrafía, donde muchos niños se inician en ese hermoso arte.

Junto a la iglesia parroquial y el castillo, se instalan juegos infantiles y también los más pequeños pueden participar en los talleres organizados, como el de cerámica.

Especial interés despierta la exposición de rapaces que, posteriormente, participan en una espectacular exhibición, así como los animales domésticos que se muestran en los pequeños recintos ubicados junto al torreón de acceso al castillo.

La recreación, propiamente dicha, da comienzo a mediodía cuando llega a la plaza el primer comendador de la Orden de San Juan de Jerusalén, acompañado por su séquito con música folk.

Frente al estrado dispuesto al efecto, el nuevo comendador da a conocer la decisión de Ramón Berenguer IV, como Príncipe de Aragón, de encomendar la villa a la custodia de la Orden de San Juan, jurando cumplir esta misión, recibiendo después las muestras de acatamiento de sus nuevos vasallos, mientras la concurrencia prorrumpe en vítores a la soberana, al príncipe consorte, a la Orden y a Añón.

Desde allí, el cortejo se encamina hacia la parte alta de la población, donde se encuentran sus monumentos más emblemáticos: el castillo y la contigua iglesia parroquial de la Asunción.

Frente al torreón de acceso al castillo, el nuevo comendador toma posesión simbólica del mismo, recibiendo sus llaves y cruzando sus puertas, mientras que, desde lo alto, se despliega un estandarte con la cruz de ocho puntas, símbolo de las bienaventuranzas.

Seguidamente, ante la portada de la iglesia parroquial se rememora otro acontecimiento histórico, la cesión efectuada por el obispo de Tarazona a la Orden del templo, procediéndose al nombramiento del primer prior encargado de la cura de almas de los habitantes de una localidad que iba a convertirse en cabecera de una de las encomiendas sanjuanistas, especialmente importante, por su situación en la raya aragonesa.

Esta primera parte, finaliza con una espectacular exhibición de combate con espadas a cargo de dos de los caballeros que muestran una gran pericia en el arte de blandir el acero.

De acuerdo con el programa establecido se lleva a cabo, a continuación, la visita guiada al interior de la iglesia parroquial, en la que el Presidente del Centro de Estudios Borjanos destaca su importancia arquitectónica y el interés del conjunto de retablos que se conservan en ella, respondiendo después a las cuestiones que le se le puedan plantear.

Verdaderamente llamativa es la exhibición de rapaces, con algún número espectacular, como el vuelo de una de ellas por el túnel formado por los cuerpos y brazos alzados de las personas que asisten.

A primera hora de la tarde, se sirve en la plaza de la iglesia una comida compuesta por arroz, tomate y cerdo asado, en la que tendrán la oportunidad de compartir mesa con todos los vecinos de la población y sentirse uno más.

En el patio de armas del castillo se recrea un campamento, en el que se desarrollan diversas actividades dentro de una jornada que hay que calificar como brillante.