Dance de Sena
Sena
Denominación: Dance de Sena
Localización: Sena, Comarca de Los Monegros (Huesca)
Fecha: primer domingo de octubre
Periodicidad: Anual
¿Leyenda o HISTORIA?
El conjunto de dances de Sena en honor al Santo Ángel Custodio y a la Virgen del Rosario, son de los más antiguos de Aragón, citados ya al final del siglo XI.
Este es el desarrollo del Dance de Sena que, a decir verdad, son dos dances en distintas fechas muy próximas entre sí.
El primero de octubre por la noche, se canta el romance del Ángel Custodio alrededor de una hoguera frente al pórtico de la iglesia de la Asunción.
La madrugada del día 2 de octubre se celebra el Rosario de la Aurora con participación de varias generaciones de danzantes que acompañan la procesión en pasacalles. Previamente a la misa mayor, discurre la procesión donde participa el grupo de Dance en pasacalles, también dentro de la iglesia donde en mitad de la Eucaristía hacen el Baile de la Ofrenda.
A la salida de misa se acude en pasacalles hasta la plaza Mayor de la villa y allí, ante el público expectante, se representan las cuatro partes de las cuales se compone el Dance (dance de factura completa), a saber: pastorada, mudanzas (bailes), lucha de moros y cristianos y pugna entre el ángel y el diablo, sin olvidar los tan esperados por el público: dichos y motadas. Al finalizar la representación se vuelve hasta la iglesia en pasacalles acompañando a la imagen del Ángel patrón.
La víspera del primer domingo de octubre por la noche se repite el canto del romance, de igual manera a la explicada en el párrafo anterior, pero en esta ocasión a la otra patrona de nuestras fiestas mayores, la Virgen del Rosario. Al día siguiente (domingo), lo mismo que el día del Ángel, pero en advocación a la Virgen del Rosario, siendo el contenido de la representación del Dance a la Virgen del Rosario (texto y bailes), distinto al celebrado el día del Ángel Custodio.
Fuera de estas dos representaciones, no se celebra el dance, si no es cuando se ha acudido a participar por alguna invitación externa (Zaragoza, Huesca, o cualquier otra localidad interesada en disfrutarlo en sus propias calles).
La Historia
El origen del dance de Sena es muy remoto. Las crónicas sobre los esponsales de doña Petronila de Aragón y Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona, en la Seo de Lérida en 1150, hablaban de mudanzas y lucha fingida de moros y cristianos.
No sería aventurado suponer la intervención de danzantes de Sena, dadas las constantes referencias en los textos de nuestro dance a acontecimientos de siglos anteriores y de aquella época, cuando fueron conquistadas a los moros las riberas del Alcanadre y del Cinca.
Fundado el Real Monasterio de Sijena en 1188 por la reina Sancha de Castilla, y siendo Sena villa testigo de esa fundación, hay constancia de que se acudía cada año desde Sena (2 km) a agasajar a las señoras de Sijena con bailes. Hay un documento escrito por el prior Jaime Juan Moreno, fechado en 1622, señalando que en el priorato de doña Urraca de Entenza (mediados del siglo XIII) hasta dicha crónica del s. XVII se realizaba esa práctica, lo que enlazamos con referencias escritas constantes e inequívocas de la existencia Dance en Sena (“hacen función y dichos al Ángel patrón”) a partir de ahí hasta el presente.
Los textos de ambas representaciones (la del Ángel Custodio y la de la Virgen del Rosario) son relativos a acontecimientos históricos que parten de Carlomagno y los Pares de Francia, y que se centran de manera principal en la lucha cristiana por reconquistar esas tierras a los moros (siglo XII), hasta que consiguen vencerles y que acepten la fe de Cristo.
Los personajes intervinientes son: dieciséis danzantes (cuatro cuadros) y cuatro volantes (un cuadro central de niños danzantes); el Mayoral (director de los danzantes) y el Rabadán, que son los protagonistas de la pastorada; el General moro (turco) y el General cristiano, cada cual dirigiendo a sus huestes; el Ángel y el Diablo, personajes alegóricos que representan el Bien y el Mal, respectivamente; además de los gaiteros.
Los danzantes formados en dos filas de ocho, en la pugna representan uno y otro bando; en las mudanzas (hasta una veintena) van evolucionando en vistosos y bravos movimientos con palos o palo y espada. Como dijo el erudito don Ricardo del Arco al compararlo con otros de su entorno: “en Sena es donde está, acaso, la representación más espectacular”. Las mudanzas, siempre acompañadas del nutrido grupo de gaiteros locales (gaita de boto aragonesa), tienen letra, pero no son cantadas en la representación, pueden cantarse en los ensayos como instrumento nemotécnico a falta de gaitero.
Sena celebra su antiquísimo dance en dos fechas, el primero de octubre en honor al Santo Ángel Custodio y la víspera del primer domingo de octubre en honor a la Virgen del Rosario.
Como queda dicho, la representación de los dances en sus distintas variantes, y del de Sena en particular, es una recreación histórica en sí misma, donde de sus variados textos se extraen: el lenguaje del pueblo llano, también el épico castrense, el de carácter religioso y la versificación burlesca.
En ese contexto teatral interviene de manera importantísima la danza, donde se utilizan (según cada mudanza) palos, espadas y broqueles, siempre acompañada de la música tradicional y antigua de gaita boto (también dulzaina, tamboril, chiflo, salterio… en los distintos dances de Aragón).
A todo ello, los personajes van (con más o menos éxito) ataviados de la vestimenta propia de cada grupo. En nuestro caso, el Mayoral, el Rabadán, los gaiteros y los dieciséis danzantes visten los elementos esenciales del traje regional aragonés, mientras que los cuatro volantes lucen su ancestral y blanca vestimenta de claros tintes sagrados con sus enaguas. Todos ellos cruzan su pecho con cintas de varios colores y escarapelas. Atadas a sus medias, a la altura de las pantorrillas, danzantes y volantes portan las llamadas camadas adornadas de cascabillos. Los generales de ambos bandos atienden al vestuario bélico de su condición, armados de su espada. El Ángel (niño/a), con su túnica celestial, sus alas y su corona. El Diablo, de oscuro con su horca y cubierto de careta (la de Sena confeccionada por la artista local Josephine Monter).
El Dance para nosotros es un elemento cultural muy arraigado a nuestra costumbre. Nos une como comunidad y nos sentimos identificados, desde la cuna, plenamente con él y de manera activa o pasiva somos partícipes y responsables de su milenaria existencia.
Finalmente, cabe recordar que existe un libro sobre nuestro Dance, al que podemos acudir en busca de todo lo que queramos conocer con más detalle sobre él. Titulado El Dance de Sena, escrito por Jesús V. Cancer Campo, publicado en 1998 por el Gobierno de Aragón como número 6 de la Colección de Antropología Aragonesa.
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